Retrato

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Sigmund Freud

lunes, 24 de enero de 2011

APARATO PSÍQUICO

     Se supone que la vida psíquica es función de un aparato al que se le atribuye extensión espacial y composición de varias partes. Se ha llegado a conocer este aparato psíquico estudiando la evolución individual del ser humano.
     A la más antigua de estas provincias o instancias psíquicas se le denomina ELLO: su contenido es todo lo heredado, lo congénitamente dado, es decir, ante todo, los instintos surgidos de la organización somática que hallan aquí una primera expresión psíquica cuyas formas ignoramos.
     Bajo el influjo del mundo exterior real que nos rodea, parte del ello ha experimentado una peculiar transformación. Se ha establecido paulatinamente una organización especial que desde entonces oficia de mediadora entre el ello y el mundo exterior. A este sector lo denominamos YO: gobierna los movimientos voluntarios y su tarea es la autoafirmación.
     El Yo aprende a conocer los estímulos, acumula en la memoria experiencias sobre los mismos, evita los que son demasiados intensos, enfrenta por adaptación los estímulos moderados y, por fin, aprende a modificar el mundo exterior adecuándolo a su propia conveniencia.
     Como sedimento del largo período infantil en el que el hombre en formación vive dependiendo de sus padres, se forma en el Yo una instancia particular que perpetúa esa influencia parental y a la que se ha dado el nombre SUPERYO: tiene como función integrar al individuo en la sociedad. Es la instancia que va a observar y sancionar los instintos y experiencias del sujeto y que promoverá la represión de los contenidos psíquicos inaceptables. En gran medida su influencia en la vida del sujeto es inconsciente. En el superyó se suele distinguir el llamado "ideal del yo" de la "conciencia moral", el primero para señalar las situaciones, estados y objetos valorados positivamente por el sujeto y a las que tenderá su conducta, y la conciencia moral para designar más bien el ámbito de las prohibiciones y las sanciones a las que las personas creen que deben someterse.

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